¿Qué es lo que ocurre cuando aun deseando algo, y estando en tus manos la decisión de tenerlo o no, lo rechazas?
¿Te trastornan los recuerdos?
¿Te falla la razón?
¿Por qué ese martirio? ¿Por qué no nos permitimos a nosotros mismos ser feliz?
¿Será miedo? ¿Será comodidad a lo conocido, a lo actual?
¿Qué es lo que hacemos en esas situaciones? ¿Luchamos? Yo me paso todo el día en el sofá, o andando por la calle, o remoloneando en la cama pensando en todo esto… ¿Luchando? ¿Buscando una solución? Ojalá lo supiéramos con la misma facilidad con la que llenamos nuestra cabeza de dilemas.
La compañía tiende a ser un buen remedio. Nos sentimos bien. Nos llena.
¿Y que pasa cuando el imaginarnos acompañados de cualquier persona nos agobia? ¿Qué ocurre cuando queremos estar solo, pero no entendemos por qué?
O estando solos echamos de menos la compañía de cualquiera.
¿Qué es lo que pasa cuando queremos estar solos, pero queremos compañía?
¿¡Cómo es posible!? Que ganas tenemos de torturarnos a veces.
Claro que, no todo el mundo tiene estos quebraderos de cabeza, gente que nace y vive sin preocupaciones. Con una vida esquematizada, fija, y sin cambios inesperados. Algo superficial y que no le ataca ni al corazón, ni a la cabeza.
Un poco feo y, por mi parte, nada envidiado.
Siempre me he preguntado que hay en la cabeza de ese tipo de gente. Qué emociones. Qué dilemas. ¿Tendrán estos tipos de dilemas? ¿En torno a qué girarán sus corazones?
El amor tiene la capacidad de darnos absolutamente de todo. De todo lo existente del mundo. Todas las emociones que pueden haber te las trae el amor de una forma u otra. Toda la felicidad y todos los problemas.
Hay tantas maneras de vivir el amor. ¿Cómo será el amor en la vida de alguien esquematizado? ¿Lo verá como un problema? ¿Un estorbo? ¿Lo vivirá porque “es algo que se tiene que vivir”? ¿Lo vivirá por el placer que te producen los sentimientos y la compañía, o por la necesidad de reproducción?
¿De verdad sigue habiendo gente tan “primitiva”?
¿Es posible que el amor caiga en manos equivocadas?
¿Es el amor injusto?
M.Ekisdé
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