22 de febrero de 2017

Toda intensidad

Ojalá no pase,
ojalá que si.
Ojalá no me lleve el mundo a sus maneras de querer.
Ojalá "como al principio"
para todos.

Que el amor siempre dure,
como quiera, pero que siga
para todos.

M.

20 de febrero de 2017

Que te quiero

No es la primera vez que escribo sobre esto, y mientras siga pasando, seguiré escribiendo.

Últimamente no paran de decirme o explicarme o demostrarme que la chispa se va apagando, que la pasión disminuye, que la ilusión se va perdiendo, y que "nada vuelve a ser como al principio". Que el amor sigue, que no dejas de amar, pero todo entra en una normalidad que elimina ese gusanillo que se te mueve por la tripa cuando le miras y él no lo sabe.

Y lo que me ocurre es que siento que yo ando fuera de eso, que yo sigo viviendo ilusionada, emocionada y enamorada, pase el tiempo que pase, de verdad.
Me resigno a perder eso, a no alimentar el amor hasta normalizarlo. Me niego.
No quiero más que querer así.

No paro de pensar y pensar en que esto sólo me trae problemas a mi, que el amor que yo doy no lo es, que lo es la "normalidad" que vivo, yo y todos.

No tiene que haber una caducidad, un desprendimiento, es normal que se convierta en algo rutinario, pero es muy importante que lo alimentemos y yo lo veo muy descuidado (en términos generales).

Me siento queridísima, no me falta el amor en mi vida, pero no puedo evitar ver esa diferencia de sentir, de querer (no como amar, sino como apetecer), no puedo evitar sentir carencias, pero porque yo estoy pidiendo demasiado, al menos eso me están haciendo pensar entre todos.

Todos los días paseo por mi cabeza, recordando mil momentos que me ensanchan el alma. Todos los días recuerdo alguna escena con él, algún momento, una risa, o un comentario suyo.
Todos los días crezco mi querer, y todos los días me siento enormemente querida.
Porque no me falta el amor, pero todos me hacen sentir diferente y pesada, parece que nadie quiere querer como "se quiere al principio".

No hay nada que nos sienta mejor que amar sin límites, sin barreras, sin que te paren por ser pesada. Recibir amor no debería ser rechazado, porque principalmente cura. Es que nada más que trae bien.

Quién sabe si algún día descuidaré el amor y lo normalizaré... Para cuando pase buscaré todas mis notas sobre esto para salvarme a mi, y al amor.

De momento no me queda más que convencerme de que el amor está así de mal tratado, que la gente se ha ido olvidando de hasta dónde podemos llegar amando, y me tendré que quedar así, queriendo como quiero, y entendiendo al otro y su intensidad de querer.

M.