Venga, a dormir que se acabe este día ya.
Venga, sube, no te bajes.
No te estás cayendo, solo te estás agachando.
¿Por qué te pegas tanto al suelo?
Te veo subir los brazos buscando donde agarrarte,
dónde apoyarte para subir otra vez,
para no llegar hasta el fondo.
Deja de acercarte más al suelo.
Sigue luchando.
Sigue porque no te queda otra cosa que hacer,
porque después vendrá lo merecido.
Ánimo porque igual que esto ha venido, se volverá a ir.
Ánimo, porque sin ánimo no vas a hacer nada.
Quiérete, porque eres tan imbécil que no te estás queriendo.
Y vales. Vales.
Eres capaz de cumplir lo que te propones. Eres capaz.
No te preocupes, que vales.
Deja de escuchar todo lo feo que piensas.
M.
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