Todos buscamos la felicidad. Está en el camino.
Con un futuro tan incierto, ¿cuánto camino podemos proyectar?. ¿En qué punto el camino volverá a cambiar de meta?
¿Cuánta condición debe haber en nuestro presente si al final nunca sabemos a dónde llegará el camino?
¿Debemos cambiar la dirección con los pálpitos del corazón? ¿O debemos hacer caso a la "certeza" de nuestra cabeza y seguir caminando esquivando el pálpito?
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