El viernes 3 de octubre comencé un viaje, destino Barcelona.
Llegué a medias. Como estaba y como estoy.
El domingo 12, después de una semana y algo más, estaba entera.
Estaba llena.
A las 15:50 subí en el tren que me quitaba de Barcelona,
y empecé a "estar menos".
Me quedé dormida, y a las dos horas, cuando desperté,
la realidad me chocó en la cara:
Vuelvo a estar a medias. Todo lo que había hecho que estuviera
llena y completa me lo estaba dejando atrás.
Hoy es viernes 17, y sigo a medias.
Pero ahora sé dónde tengo mi otra parte.
No lo olvido,
y me llena de energía.
M.
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