21 de marzo de 2024

Cómo eres.

 Todos los días (sino todos, casi todos), me traslado en algún momento a La Palma.

Todos los días que mentalmente vuelvo allí, se me encoge el pecho, o se me ponen los pelos de punta, o lloro, o sonrío mucho... Siempre me invade. Es como si mi cuerpo se convirtiera en su mapa, y mi sangre recorre cada rincón vivido allí, cada momento compartido.

Hoy ha sido un día de llorar, de llorar mucho. Porque no puedo olvidar -ni quiero olvidar- todo lo que viví allí.

22 de enero de 2024

Herramienta emocional.

Conforme vas creciendo la vida te va llenando de experiencia. Cada situación que vivimos, sea física o mental, nos va tejiendo nuestro traje de experiencia y, con este traje, vamos caminando por la vida.

Si vas prestando atención a cada aprendizaje, el traje se va completando con detalles que lo mejoran, la gestión emocional. Las situaciones nuevas se espacian cada vez más en el tiempo, pocas son las ocasiones en las que no tienes una herramienta emocional que te ayude a solventar lo que esté ocurriendo. Cada episodio de tu vida te ha preparado para reconocer situaciones y aplicar las herramientas que sirvan de solución. Estas herramientas se van desarrollando también y te vas preparando cada vez más y mejor para lo que venga.

Siendo que vas conociéndote más y conociendo tus herramientas, a veces, una de esas situaciones nuevas que se espacian cada vez más en el tiempo, aparece. Aparece en su forma más genuina, trayéndonos retos y descubrimientos nuevos.

Cuando aparece una emoción o un sentimiento que no tenemos integrado en nuestro registro de experiencia vital, estamos perdidos, no conocemos las fases de lo que ocurre, no entendemos cuál es la fórmula correcta, así que hay vértigo.

Pero es agradable y emocionante ver dónde encontramos nuestras flaquezas y conseguir resolver la inquietud. Es agradable comprender que es un vértigo circunstancial, que se asentará. Que esta nueva emoción se quedará en nuestro registro una vez la hayamos aprendido.


M.

5 de enero de 2024

Brava

 Hay emociones que se acumulan. Que rompen pero no tienen por donde salir.

Yo me encuentro desbordada, en un escenario donde no me siento. Donde estoy triste.

He tocado con los dedos unas sensaciones que añoro como si estuviera pasando el mono del éxtasis.

Cierro los ojos y solo veo una ventana enorme, por donde entra la luz del sol y una brisa que mueve las cortinas. Detrás de la ventana está el mar.

Solo quiero estar en el mar.

M.

2 de enero de 2024

Cafuné

 Cafuné (s.m) - Portugués. El acto de acariciar el cabello de otra persona con cariño.

¿Cómo se llamará al sentimiento de la persona que acaricia mientras siente el cabello del otro entre sus dedos? ¿Y al recuerdo de esa caricia?

M.

13 de noviembre de 2023

Coordenadas

 Y hasta el tabaco le sabe diferente.

Porque no está en el sitio, no tiene la compañía.

Es el mismo cielo pero no en el mismo punto.

Es la misma luna pero alumbra otras calles.

12 de noviembre de 2023

Hay cruces

Todos buscamos la felicidad. Está en el camino.

Con un futuro tan incierto, ¿cuánto camino podemos proyectar?. ¿En qué punto el camino volverá a cambiar de meta? 

¿Cuánta condición debe haber en nuestro presente si al final nunca sabemos a dónde llegará el camino?

¿Debemos cambiar la dirección con los pálpitos del corazón? ¿O debemos hacer caso a la "certeza" de nuestra cabeza y seguir caminando esquivando el pálpito?

Ha comenzado algo.

Ha habido un reencuentro. Ha resurgido un contacto, un vínculo.

Todo es muy atropellado.

Es como palpar las diferentes dimensiones que me puedo permitir.

Es como haber estado de viaje durante mucho tiempo y de repente volver a casa.

Ver tu habitación, como la dejaste. Caminar por tus calles. Oler sus aromas.

La habitación soy yo, la que está volviendo también.

16 de mayo de 2017

A tu alma:

Hoy voy a inventarme un lugar en el cielo. En él están todos los abuelos y abuelas, y desde hace dos noches tú también estás allí, con mi abuelo.
En estos dos días he podido conocer más del amor que te rodeaba y he seguido viendo cómo te haces querer hasta sin estar.
Has sido un gran yayo, todos disfrutábamos estando contigo. Y hoy ahí estábamos, todos,tus nietos, tus hijos, tu mujer, tu familia, tus amigos, los amigos de tus nietos y yo.
Todan las personas que he visto pasando un rato junto a ti han disfrutado y te han querido en un instante; yo creo que es así.

Me duele en el alma la idea de lo poco que te hemos disfrutado algunos, tus nietos y tú os merecíais una vida entera.
Me ha dolido tener que despedirme de ti, pero me gusta haberte visto tan bien, tan bien como te has ido. Lo mucho que sé de ti es que todos te quieren, es lo más que sé de ti y sobretodo por esto sé que has tenido una vida plena. No se puede vivir de mejor manera Adrián, pleno, feliz y llenito de amor por todos los costados.

Apuntabas maneras de ser inmortal, hay quien me lo decía. Y ojalá fueras inmortal, algunas personas deberían ser infinitas.
Has sido un gran padre, un gran abuelo y un gran hombre. Cuánto se te quiere.
Te echaremos  de menos yayo.

Qué bonitos que sois los abuelos.
Sé feliz, y hasta la próxima.

12 de mayo de 2017

Siempre en mi locura

Siempre en mi locura
me acompañas, me vives y la vives.

Aunque no lo parezca por mi estatura, tengo un pecho enorme donde se me desborda el corazón de todo el amor que me das. Vivo abrazada al amor, porque no se me puede querer más que lo que tú me quieres.

Gracias por este camino que está tan pleno de amor. (De amor del bueno)
Te amo.

8 de marzo de 2017

Perhaps.

Quizás necesite de cambios,
de actitudes, de metas, de dirección.

Quizás estoy queriendo lo que quería antes para mi, sin actualizar inquietudes.

Quizás no estoy andando por donde debería, porque quizás este viviendo en la rutina.

Quizás... quizás esto no es lo que quiero.

Yo quiero caminar y comenzar y terminar. Quiero cambios, quiero ideas y trabajo.

Quiero más de mi, "más mejor de mi".

Conseguir ser la mejor versión de mi misma.

Así que vamos.

M.

22 de febrero de 2017

Toda intensidad

Ojalá no pase,
ojalá que si.
Ojalá no me lleve el mundo a sus maneras de querer.
Ojalá "como al principio"
para todos.

Que el amor siempre dure,
como quiera, pero que siga
para todos.

M.

20 de febrero de 2017

Que te quiero

No es la primera vez que escribo sobre esto, y mientras siga pasando, seguiré escribiendo.

Últimamente no paran de decirme o explicarme o demostrarme que la chispa se va apagando, que la pasión disminuye, que la ilusión se va perdiendo, y que "nada vuelve a ser como al principio". Que el amor sigue, que no dejas de amar, pero todo entra en una normalidad que elimina ese gusanillo que se te mueve por la tripa cuando le miras y él no lo sabe.

Y lo que me ocurre es que siento que yo ando fuera de eso, que yo sigo viviendo ilusionada, emocionada y enamorada, pase el tiempo que pase, de verdad.
Me resigno a perder eso, a no alimentar el amor hasta normalizarlo. Me niego.
No quiero más que querer así.

No paro de pensar y pensar en que esto sólo me trae problemas a mi, que el amor que yo doy no lo es, que lo es la "normalidad" que vivo, yo y todos.

No tiene que haber una caducidad, un desprendimiento, es normal que se convierta en algo rutinario, pero es muy importante que lo alimentemos y yo lo veo muy descuidado (en términos generales).

Me siento queridísima, no me falta el amor en mi vida, pero no puedo evitar ver esa diferencia de sentir, de querer (no como amar, sino como apetecer), no puedo evitar sentir carencias, pero porque yo estoy pidiendo demasiado, al menos eso me están haciendo pensar entre todos.

Todos los días paseo por mi cabeza, recordando mil momentos que me ensanchan el alma. Todos los días recuerdo alguna escena con él, algún momento, una risa, o un comentario suyo.
Todos los días crezco mi querer, y todos los días me siento enormemente querida.
Porque no me falta el amor, pero todos me hacen sentir diferente y pesada, parece que nadie quiere querer como "se quiere al principio".

No hay nada que nos sienta mejor que amar sin límites, sin barreras, sin que te paren por ser pesada. Recibir amor no debería ser rechazado, porque principalmente cura. Es que nada más que trae bien.

Quién sabe si algún día descuidaré el amor y lo normalizaré... Para cuando pase buscaré todas mis notas sobre esto para salvarme a mi, y al amor.

De momento no me queda más que convencerme de que el amor está así de mal tratado, que la gente se ha ido olvidando de hasta dónde podemos llegar amando, y me tendré que quedar así, queriendo como quiero, y entendiendo al otro y su intensidad de querer.

M.

13 de noviembre de 2016

“Nunca dejaré de amarte“

Curiosamente, le abundaba el deseo.
Le despertaba de sus más adentros, un fuego color café.
No era nadie ni nada especial.
Si que era especial, claro, todo lo que experimentaba con cada individuo era hermoso.
Pero no era nada más especial que cualquier otro encuentro y roce con otra persona.
Aún así, quemaba. Porque siempre buscaba un poco de peligro.


M.

16 de septiembre de 2016

Castillos rotos

Algo estoy haciendo para que la cosa no funcione.
Falta solidez, es lo más obvio que veo. Falta sostenibilidad, equilibrio y limpieza.

Algo estaré haciendo para ir girando las cosas, para ir viciandolas.

Parece que las estructuras tiemblan, que el castillo empieza otra vez a resquebrajarse.

El agua que rodea al castillo salvándolo de las maldades ajenas se ve alterada por los rotos de la estructura.

El castillo no puede romperse, y el agua no debe sufrir daños por lo que le pasa al castillo.

M.

Círculos

Me encanta el color del frío.
La bajada de temperatura baja los tonos del paisaje también.
Se me calma el alma inevitablemente.

Me recuerda a cuando reposo en ti;
cuando respiro de tu pecho.
También a los sabores de tu forma;
al amor que me profesas.

M.

24 de agosto de 2016

Se palpa el cambio

Hablo del ser.
De la energía y de la esencia.
De lo que quisimos ser y de lo que somos o hemos dejado que seamos.

Antes el "YO" era menor, más pequeño.
Ahora, sin darte cuenta, abarca más de lo que sanamente debería.

Depende de las circunstancias que te rodeen o te hayan rodeado, de las personas, de la ciudad...


Sin darme cuenta he dejado de trabajarme, y he fluido por encima de todo como por inercia.
Hay un orden en mi vida: que si el trabajo, que si la casa, que si tal que si Pascual. Y como todo ha ido funcionando y saliendo bien, no he ido a la transcendencia, a lo profundo y valioso. Al ser.

Noto un hueco, que no es que sea falta de desarrollo, es que ha ido siendo vaciado.
El alimento del alma.

Las personas que me he ido encontrando en esta nueva etapa me han ayudado bastante a vaciarme. Ha sido el hecho de adaptarme a ciertas actitudes que nunca habían sido de mi palo.
Hablo del egoísmo, sobretodo. Del interés propio, del poco amor al ajeno. De la poca empatía.

Circunstancias me hicieron colocarme en la postura de alguien frío, de alguien con pocas cosas en la cabeza que no sea sobretodo el juicio.

¿Quiénes somos para juzgar?

La cuestión, es que esa postura que era temporal, y para salvarme ligeramente de situaciones, está durando demasiado. Ha durado demasiado.
Se me ha escapado esencia y magia. Y a mi me encanta la gente con esencia y magia, asi que siempre he ido a por ello.

Me alejé de mis raíces y mi entorno, y con el tiempo he perdido más de mi de lo que me había dado cuenta.


Ahora me está salvando de este hueco, entre otras cosas, un trozo de mis raices, que vuelvo a tener a mi vera.
Ha sido como un toque de atención, un "poner los pies en la tierra" (que soy yo), un recordatorio... algo que ha hecho que no me vea, porque falta bastante de mi magia.

Voy a por mi, a traerme.



M. 

16 de marzo de 2016

Subimos.

Segunda entrada en el blog desde que estoy viviendo en Barcelona.
Primera del año.

Cambio de piso, cambio de actitudes, y cambios en el trabajo.
Actualmente no me muerdo las uñas.
(Finalmente no pude llevar a cabo el plan de comenzar a estudiar en septiembre).

Cuando todo se inició (piso, trabajo y relaciones) consideré al tiempo que el escalón que tenía que subir, para superar esta prueba de mi nueva etapa, era gigantesco. Me preguntaba diaria y continuamente por qué esto era así, por qué me sentía hipercargada de fuerza, confianza y motivación y aún así me cuestionaba una y otra vez mis capacidades y mi forma "de estar siendo"(no sé si me explico).
Este escalón se me abría en un abanico, no proporcionado, de asuntos escalofriantes que debía comprender, trabajar y superar... pero madre mía. Se dividían en cuatro, pero tres de ellos no ocupaban ni el 15% del abanico. Desde que llegué a Barcelona, prácticamente, entró en mi vida una persona que reventó de mi toda estabilidad.

Quiero decir que no me considero nadie para juzgar a nadie, y mucho menos a esta persona que traté únicamente desde el 7 de julio hasta el 7 de diciembre de este año pasado, 5 meses justos. Imposible creerme en posición de juzgarla a pesar de todo, pero no puedo evitar la idea de que dejó de ella misma en mí.
No empatizaba, no compartía la alegría de los demás, ensuciaba para brillar ella y mentía minuto a minuto sobre todo lo que tuviera que ver con ella. Siempre todo por y para ella.
Me encontré con una de las pocas personas más tóxicas, más injustas y más ruin que he conocido. Era injusta y mala persona.
He trabajado durante 5 meses con una persona que poco corazón tenía.
No dudo en que algo tenga, y le deseo realmente que sea feliz, que lo consiga, pero no quiero volver a cruzarme con ella en un momento que dure más de 1 minuto.

Diariamente me he preguntado mil veces a la hora, qué era lo que tenía que aprender de esa situación, y cómo superarla.
Finalmente el escalón lo subí, no del todo, pero lo subí. Cuando ella por fin dejó su puesto de trabajo, y después de una breve transición, fue entonces cuando ya pasé al siguiente, que es en el que me encuentro.

Este cambio en mi vida fue el último del 2015, e hizo que finalizara el año sintiéndome aun más hipercargada de fuerza, confianza y motivación, y lo empecé igual.
A día de hoy no sabría decir a qué me enfrento en este escalón, porque estoy viviendo tranquilamente, con mi paso-a-paso, cumpliendo o intentándolo.
Mi alrededor es sano, no paro de aprender y aprender. Lo tóxico que pueda haber no ha podido conmigo hasta el momento. Quiero seguir así: pa'rriba!

Tengo que ser mejor, que se que no estoy siendo todo lo que puedo, pero paso-a-paso.


Sigo queriéndome.





M.

25 de agosto de 2015

2 meses

25 de agosto.

El 23 de junio llegué a Barcelona, para quedarme.
Y aquí estoy. Encontré trabajo para larga temporada a las dos semanas de estar aquí, el 7 de julio.
El viernes 24 de julio me voy todo el fin de semana a Jerez con Raúl, a la boda de mi amiga Silvia. Qué fin de semana más bueno.
Al volver me instalé en un piso con dos chicos, un canario y un andaluz.
Y ahora, 25 de agosto, dos meses después de haber llegado aquí y empezar (o continuar) un camino, me siento algo más estabilizada, pero se presentan cambios de nuevo.
En estas fechas se determinaban cosas que han cambiado de rumbo; nunca para mal.
Me traslado de piso de nuevo, y en septiembre comenzaré a estudiar, sin dejar el trabajo.
Me imaginaba algo más asentada por estas fechas, pero aun así me siento bien, me encuentro bien.

Estoy muy bien, pero echo muchísimo de menos a muchas personas.

16 de mayo de 2015

Bendiciones.

Cuidadosamente entretejo planes, caminos para prepararme antes de todo lo que viene.
Estoy completamente emocionada ante tanta novedad (ya conocida).
Me convenzo continuamente de las capacidades que presto para conseguir de esto un resultado exitoso.

A la espera estoy de ello.
A la lucha estoy por ello.

M.

24 de abril de 2015

Solo cruzarnos..

[24/4 15:22] M:
Encaja todo conmigo
[24/4 15:22] M:
Todo lo esencial siempre
[24/4 15:22] M:
Creo que
[24/4 15:22] M:
Nos hacemos bien el uno al otro por defecto
[24/4 15:22] M:
Debido a nuestras maneras y nuestra forma de ser.

[24/4 15:23] R:
Sólo nos teníamos que cruzar en algún momento.


M.